miércoles, 7 de agosto de 2024

Da Vinci, el pintor de los espejos.  

Ya en tu librería de confianza.

DA VINCI, EL PINTOR DE LOS ESPEJOS de Díaz Díaz, Juan Luis 978-84-09-03016-3 (todostuslibros.com)


lunes, 19 de noviembre de 2018

DA VINCI, EL PINTOR DE LOS ESPEJOS


¿Quién no ha tenido alguna vez la osadía de querer descubrir tesoros perdidos o descifrar uno de los tantos códices encriptados? Pues esas mismas sensaciones fueron las que recorrieron el cuerpo de Salvador, un prestigioso restaurador de cuadros, cuando se percató de un detalle muy significativo en la obra La Anunciación de Leonardo Da Vinci. https://www.amazon.es/VINCI-EL-PINTOR-LOS-ESPEJOS-ebook/dp/B07KJKQ7CT/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1542659278&sr=8-1&keywords=el+pintor+de+los+espejos



miércoles, 17 de mayo de 2017

El lenguaje oculto del genio

Descubre los símbolos secretos en las pinturas de Leonardo.
Sin duda el resultado de la investigación puede generar polémica, pero el objetivo siempre fue descubrir lo que el pintor esconde en sus obras.
Periódico: Diario de Avisos.
El lenguaje oculto del genio





miércoles, 10 de mayo de 2017

EL CÓDIGO DE LA ESCRITURA DE IMAGEN


La investigación basada en la escritura de imagen según gestos y símbolos. Dichas comparaciones facilitan una información muy valiosa y, sobre todo, pruebas que relacionan a Leonardo con creencias religiosas no cristianas.




domingo, 17 de abril de 2016

Descubriendo al Da Vinci más pagano





Periódico EL DÍA, La Guía, Literatura.
Ejemplar del miércoles, 16 de septiembre de 2015.
Escritor e investigador. Juan Luis Díaz Díaz.
El orotavense Juan Luis Díaz Díaz se apoya en la estructura del ensayo para dar forma a una novela en la que descubre algunas claves ocultas en las pinturas de Da Vinci. 

viernes, 11 de septiembre de 2015

Periódico La Opinión de Tenerife. (El último Dios viviente)






Ejemplar del día 1 de agosto del 2015.

Realizada por Almudena Cruz,

Escritor e investigador: Juan Luis Díaz Díaz.

El mayor descubrimiento de "La Escritura Pictórica de Leonardo Da Vinci".

Investigación recogida en el libro: "El último Dios viviente".

ISBN: 978-84-9076-966-9

domingo, 9 de agosto de 2015

La escritura pictórica de Leonardo da Vinci.


Muchas cosas se han comentado acerca del fresco de La Última Cena de Leonardo: sus enigmas, sus secretos y las diferentes opiniones de sus posibles significados. Este personaje tan hermético, misterioso y oculto, fue y continúa siendo un secreto; su afán por aprender, saber y crear sigue siendo admirado por todos. La mejor manera de llegar a ese misterio es siguiendo cada una de sus pinceladas, sus mezclas de colores, hasta esa picardía a la hora de juzgar el movimiento de sus pinturas: sus gestos, sus manos, sus parecidos con otras pinturas. ¿Por qué pinta esto aquí? ¿Por qué no pinta esto? Son algunas de las preguntas que me hacía ante sus obras: las respuestas que he conseguido obtener se debe a la cantidad de observaciones y contemplaciones que he realizado de las obras de este autor.
Otro aspecto que me llama la atención acerca de Leonardo es su escritura “del revés”. Empecé a interpretar sus obras del mismo modo y gracias a eso encontré lo que denomino «el punto 0». Para obtenerlo hay que superponer dos imágenes de la misma obra e ir moviéndolas de un lado hacia otro, hasta  que se unan  formando otra imagen perfectamente clara. Lo defino como un anagrama de imágenes, es decir, una misma imagen con dos significados diferentes. Realmente lo creo así porque un milímetro más arriba o abajo, la imagen no se formará: de ahí que lo llame «punto 0».

Pasos para llegar a las imágenes: Necesitaríamos dos transparencias del mural de La última cena que deben unirse, una del derecho y otra del revés, al mismo nivel. Después hay que moverlas cada una en diferente dirección, una hacia la derecha y otra hacia la izquierda, hasta llegar al « punto 0». De este modo, se pueden obtener cada una de las imágenes. Además, si utilizamos metacrilato blanco o cristal blanco como base para ver las imágenes, se podrán apreciar con más claridad aplicando un poco de luz blanca: a mayor intensidad de luz se obtendrá mejor resultado. 



¿Realmente Leonardo pintó esta imagen?
 La pregunta que más me han hecho desde que estoy estudiando sus obras ha sido «¿Leonardo quería transmitir algún mensaje entre sus obras para que lo descubrieran en el futuro?». Y mi respuesta siempre ha empezado con: «Creo que sí». Pero ahora si debo responder a esa misma pregunta,  lo afirmaría rotundamente. ¿Y por qué diría yo esto con tanta seguridad en este momento? Lo primero que quiero destacar es la perfección de la imagen: a todo el mundo que he preguntado, la ha asociado con un ser de otro planeta... Lo que yo quiero afirmar es que Leonardo conocía este resultado final en sus obras. No estoy diciendo que el resultado sea real, pero, ¿qué extraño sería en aquella época, por 1495, encontrarnos con esa imagen? Por eso quiero dar otros puntos de vista: podría ser que fuera un visionario, que sean imágenes salidas de sus sueños, o sabiendo que era el primero que retrataba caricaturas de muchas variedades y formas intentó buscar otras opciones, sin dejar atrás las más simples, contenidas tanto en otra imagen como en la misma realidad. Quizás sea algo que nunca sabremos, pero, ¿quién no tiene intriga en saber por qué pintó estos “anagramas”?


Descripción de la imagen. De la figura central quisiera empezar destacando la forma de su cabeza, de la que en realidad sobran las palabras: los ojos grandes, ligeramente marcados y oscuros, la nariz, apenas formada, la boca fina con algo de profundidad, su barbilla poco visible; seguidamente, su cuello tan bien compuesto. Seguimos con sus manos, que pierden el grosor real de los dedos y, al estar alineados, pasan a ser cuatro dedos por cada mano. ¿Qué estará transmitiendo con ese gesto?  Enseñando sus manos, como diciendo: «¿Yo no tengo marcas en mis manos? No fui crucificado. Yo soy el…».  Su capa en forma de pico a través de la cual se ve el interior de tono un poco más claro, algo que no existía en aquella época. A la altura de los hombros, se observan unas alas saliendo por cada lado de la figura y esa mano perdida que se encuentra en el mural, entre la tercera y la cuarta figura de la izquierda…
Desde un punto más alejado, quiero destacar cómo las figuras a los lados resaltan el interés de la figura central que ya hemos visto, quizás para obtener este resultado, dándole la verdadera importancia a la figura que les he mostrado. Encima de su cabeza puede observarse la forma de un triángulo invertido que marca claramente el centro de la imagen, con otro en su interior más claro, dándole valor a dicha figura. Dentro de dicho triángulo aparece una especie de ojo y a ambos lados hay dos columnas que también marcan la mitad de dicha figura.

viernes, 24 de julio de 2015

El Grial, de Leonardo da Vinci.


El Grial representado por Leonardo, aparece en el cuadro de La Anunciación.
El génio italiano ha retratado el objeto, más buscado por el ser humano a la vista de todos. Dejando una pequeña dificultad, que tus ojos te muestra lo que ves, pero solo tu mente es capaz de reconocerlo. 
El autor del libro El último Dios viviente, nos desvela en su apasionante narrativa, no solo el descubrimiento, también aporta datos y teorías que nunca antes otro autor a descrito, de tal manera que se convierte en el mayor descubrimiento fiable de la existencia del Grial.
Descubre por ti mismo... 



Como ya se representa en el libro de los símbolo: En el centro cósmico, centro humano.
El Graal, vasija para beber...

Pues el lugar escogido por Leonardo, siguiendo los pasos de los filósofos, en el centro humano...


Juan Luis Díaz Díaz

sábado, 28 de marzo de 2015

(Booktrailer) EL ÚLTIMO DIOS VIVIENTE





martes, 18 de mayo de 2010

La Revelaciones y secretos oculto de Leonardo.


© Juan Luis Díaz Díaz

San Juan Bautista (Baco).
Óleo sobre madera, trasladado a lienzo.
Museo del Louvre.


       El secreto mejor guardado en el cuadro de San Juan Bautista ante nuestros ojos:

       La primera interpretación documental acerca de esta pintura de la colección real francesa de Fontainebleau, se describe como San Juan en el desierto, en 1625. Años más tarde en el mismo catálogo se reemplaza por el título «Baco en un paisaje». 

       En la figura, quiero destacar la expresión angelical de San Juan Bautista, su postura de tranquilidad o de espera, como si quisiera decir algo en su mirada y en sus gestos, señalando con su mano derecha la vara convertida en un tirso y sosteniendo con la otra un racimo de uvas, mientras su dedo índice señala al suelo o precipicio (se echa en falta el símbolo del crucifijo). Pies cruzados, símbolo de que ha pisado Tierra Santa y de humildad en los pies desnudos. En su cabeza, una corona de hojas de parra, en representación a Baco. La piel de pantera o leopardo gran observador por su cintura, dejando al descubierto el resto del cuerpo. 


© Juan Luis Díaz Díaz

© Juan Luis Díaz Díaz

© Juan Luis Díaz Díaz

       No deja de asombrar la perfección con que se forma esta imagen. Es por ello que estoy convencido de que Leonardo realizó este cuadro teniendo en cuenta el resultado que estamos observando. La luz que desprende la imagen, símbolo de la divinidad, de la vida, de la verdad, de la iluminación, de la nueva vida… La túnica que lo cubre como símbolo para ocultar la verdadera naturaleza del hombre, a la vez que esta revela al hombre verdadero. Esa luz que sale de ambos lados de sus hombros representando las alas, significando divinidad y seres sobrenaturales. La mano derecha que desplaza para no cubrir el resultado final...





© Juan Luis Díaz Díaz

miércoles, 17 de febrero de 2010

Las Monedas de Judas

Las revelaciones de Leonardo Da Vinci:

No hay que negar la fuerza que desprenden las obras de Leonardo, admiradas tanto por su belleza como por sus significados ocultos. Son muchas las opiniones, más bien personales, que se han dicho del mural de Milán: concretamente quiero destacar ahora esa parte en forma de «V», de la que se han hecho dispares deducciones, el símbolo de lo femenino, una «M» de Magdalena, un espacio donde falta otro personaje como el apóstol número 13..., y algunas otras deducciones.

En mis estudios descarto cualquiera de las que se han hecho, pero creo que, en verdad, lo que marca la columna es la mitad. Si observamos los dos puntos que se encuentran en ambos lados de la columna divisoria, realizando dos trasparencias como en procesos anteriores y colocándolas juntas, una en sentido contrario a la otra, llegando hasta el punto en que la columna se convierte en el eje central, el resultado es sorprendente:



Judas recoge las monedas de Jesús. En Juan 13:29 leemos: «Algunos pensaron que, como Judas tenía la bolsa, le decía Jesús: «Compra lo que necesitamos para la fiesta» o que diese algo para los pobres». Pero no es todo: las miradas se cruzan entre sí mirándose el uno al otro. Y, sobre todo, hay un estudio de manos de Leonardo que representa esa misma acción.

domingo, 25 de octubre de 2009

La injusticia de Judas

© Juan Luis Díaz Díaz

Leonardo Da Vinci retrata en el mural de la Última Cena.
La gran injusticia que cometieron contra Judas.
Jesús de Nazaret……Judas.

Muy pronto

El resultado final

lunes, 27 de abril de 2009

El apóstol invisible

Juan Luis Díaz Díaz


Si observamos el mural, vemos doce apóstoles, Jesús y... varios enigmas. Leonardo quería transmitir con estas imágenes algo muy diferente de lo que apreciamos aquí, o, como él mismo diría: «la mejor manera de esconder algo es dejarlo a la vista».
¿Por qué no dio importancia a los apóstoles negándoles el nimbo, como también al propio Jesús? ¿Por qué no dejó referencias claras sobre ninguno de ellos? En las figuras hay un parecido entre la segunda de la izquierda (según miramos el mural) y la figura central, el propio Jesús.
Aunque estas comparaciones no aportan dudas sólidas, ¿qué pensarías si mostramos un personaje más en la representación? Es de entender que no iban a aceptar La última cena con 14 figuras... Por esto no tuvo otra opción más que esconderlo…

Para comenzar, centrémonos en estas tres figuras situadas en la parte izquierda, concretamente en unas manos, la que sujeta el puñal y la supuesta mano amenazante que, por lo visto, pertenece a la figura de San Pedro.

©Juan Luis Díaz Díaz


Si observamos esta figura, siguiendo el recorrido de su brazo, la mano no acaba en el puñal sino en la muñeca de otra que sí empuña el cuchillo: si seguimos de derecha a izquierda, al puñal con su mano le sigue un puño con otra tonalidad y una porción del antebrazo de la mano que sujeta el puñal. Esas manos pertenecen a otra figura cuyo cuerpo no está visible en el mural.

©Juan Luis Díaz Díaz


Además, en la mano que se encuentra frente a la figura de Juan, fijémonos en el dedo índice: es el único que está recto, los demás están un poco cerrados, lo cual nos indica que lo que está haciendo es señalar, en concreto, hacia la parte central.

©Juan Luis Díaz Díaz


Es decir, que la mano del puñal y la mano que señala son de la misma figura que se encuentra detrás de la acción, tapada por los dos personajes situados delante. La mano que agarra la muñeca del puñal está sujetando también el antebrazo de la mano que señala, lo que no está visible, y es por eso que tiene esa forma tan forzada y curvada. Es importante señalar que, para afirmar esto, me baso en los estudios y bocetos de Leonardo, más claros a la hora de buscar información, dado que en ellos están mejor reflejados sus enigmas y secretos.
Así, y siguiendo con la figura invisible, fijémonos en la imagen de abajo y su posición, en concreto en su mano izquierda —la que señala en lo alto— y en su mano derecha —la del puñal—, fijémonos en la altura y en la forma, incluso en su inclinación:



Juan Luis Díaz.



©Juan Luis Díaz Díaz

Anuncio de la traición: Dicho esto, se turbó Jesús en su espíritu, y, demostrándolo, dijo: ‘En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará’. Se miraban los discípulos unos a otros, sin saber de quién hablaba. Uno de ellos, el amado de Jesús, estaba recostado en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señal diciéndole: ‘Pregúntale de quién habla’. El que estaba reclinado sobre el pecho de Jesús le dijo: ’Señor, ¿quién es?’» [Juan (13:21,25)]. 
Uno de ellos, el amado de Jesús, que no podía ser otro que Juan, ya que, si separamos las imágenes de Juan y la de Jesús, doblamos ambas por la mitad y las enfrentamos, se unirán sus cuerpos y sus ropajes, se entrelazarán entre sí, consiguiendo de esta manera que la cabeza de Juan quede apoyada en el pecho de Jesús.
©Juan Luis Díaz Díaz Registro: 357-09


* Imágenes obtenidas del libro: Leonardo Da Vinci. Obra pictórica completa y obra gráfica. Ed. Taschen

jueves, 25 de septiembre de 2008

EL JUEGO DE LA OCA DE LEONARDO DA VINCI

EL JUEGO DE LA OCA DE LEONARDO DA VINCI

©Juan Luis Díaz Díaz. Registro: 357-09
Está dibujada en las casillas de las Ocas: 5,9,23,27,32,36,41,45,50,54,59.


..........


..Nº 5.... Nº9 ....Nº23.... Nº27 ....Nº32
























...Nº36... Nº41 .....Nº45 .....Nº50 ....Nº54.... Nº59 .

Está dibujada en las casillas del puente: 6, 12













.........Nº6............................ Nº12 ....................

Está dibujada en la casilla de la posada: 19










.......................Nº19...................................

Está dibujada en la casilla del pozo: 31.














...........Nº31 ...............


Está dibujada en las casillas del dado: 26 y 53.










.....Nº 26......................................... Nº 53


Está dibujada en la casilla del laberinto: 42










.............Nº42..........................

Está dibujada en la casilla de la cárcel: 52










.........Nº 52........


Está dibujada en la casilla de la calavera: 58




.................................Nº 58 ...................................


©Juan Luis Díaz Díaz
Casilla 63 la última, ¿cúal puede ser?, creo que esta no solo es el final del juego, podría ser el principio, el principio de algo, espiritual o de sabiduría. La última casilla será la respuesta de todas esas verdades, que deseamos saber. Espero que esto aporte algo para acercarnos a esa vedad que quería trasmitir Leonardo da Vinci,. Lo importante no es quién descifre el código, sino que se encuentre la verdad.
Por eso creo que la casilla 63, es el final del juego y el principio de:


.............................Nº63 ................................

martes, 5 de agosto de 2008

Monna Lisa triangular

©Juan Luis Díaz Díaz. Registro: 357-09

En cuanto al paisaje, creo que no es el del lugar donde se realizó el cuadro, ya que el horizonte izquierdo y el derecho no tienen relación. El izquierdo es más caído y el derecho parece que está visto desde un punto más bajo, con lo que parece que el lado derecho está más lejos... Si unimos las dos rayas azules, estarían a un mismo nivel, pero a otra altura, y por lo tanto no se corresponde con un mismo paisaje. Es por ello que creo que, debido a ese largo tiempo que Leonardo empleó en la realización de este cuadro, plasmase el fondo con los distintos lugares donde realizó la obra. Por ejemplo, el lado de la izquierda podría ser Milán y el de la derecha Florencia —un apunte a añadir es que Lomazzo afirma que dicho cuadro se realizó en Milán—. En mi opinión, si partiésemos el cuadro en cuatro trozos, tendríamos, por un lado, la montaña con un supuesto camino, o un volcán con su lava haciendo el camino, lo cual podría representar el elemento «Fuego»; encima, un lago cuya corriente de agua va al contrario, hacia arriba, representando el «Agua»; arriba a la derecha, las nubes amontonadas por el viento representarían el «Aire»; quedando el elemento «Tierra» en la parte baja. Quizás ella (La Gioconda) representaba para Leonardo el «quinto elemento», algo espiritual que está aún por descubrir.

©Juan Luis Díaz Díaz

lunes, 4 de agosto de 2008

La Virgen del Huso

Taller de Leonardo (1501-1507).
Casualidad o realidad, no hay mejor explicación que la que uno percibe al ver un cuadro de Leonardo: además de un gran maestro de la pintura fue también un gran escritor de la pintura.

Vemos en este paisaje rocoso: el puente, caminos, el río en forma de «S»; en la frente de la Virgen, un velo; el niño con la cruz de San Juan y con su gesto del dedo índice; el lugar escogido para el retrato, un precipicio; el cuerpo de la Virgen, girado, como si fuera el único apoyo del niño, por lo que también creo que en la representación existe una ausencia de cariño, dado que el poco acercamiento que hay es el de la mano izquierda que sujeta. Digo esto porque el niño se encuentra en las rocas, no en la rodilla de María. 

sábado, 28 de junio de 2008

ANAGRAMA GIOCONDA

©Juan Luis Díaz Díaz
L A G I O C O N D A M O N NA L I S A M A D O N N A E L I S A


S A L O M O N COLINA SION


G D A A I M A D N A E L A N


M A G D A L E N A


DIANA


SALOMON COLINA SION MAGDALENA DIANA




SU SECRETO NO SÓLO ESTÁ EN SU IMAGEN , TAMBIÉN EN SUS PALABRAS

TRES NOMBRE UN SÓLO CUADRO, NO UN SIGNIFICADO MUCHAS PISTAS.

LA DAMA DEL UNICORNIO


En el doble homenaje a su maestro, Rafael toma prestados aquí tanto la postura como detalles del fondo del cuadro de La Mona Lisa de Leonardo. Pero no solo eso: quizás los bocetos de Leonardo de su cuadro La Gioconda pasarán por las manos de Rafael.
Desde mi punto de vista, Rafael quizás fue más claro a la hora de expresar su significado, eso sí, estando completamente seguro de que lo que querían transmitir es un solo significado.
Observaciones:
1) Las posturas en los retratos son iguales.
2) Las dos columnas de detrás de la imagen son tan iguales que diría que es el mismo sitio.
3) Las manos muestran una forma similar.
4) El colgante del cuello presenta un nudo, símbolo de Leonardo y del anillo del rey Salomón.
5) La pequeña diadema en forma de corona que tiene en su cabeza como si fuera una reina. En La Gioconda, el velo es la representación de su corona.

6) Y lo más extraño de todo, un unicornio o cordero en los brazos. Donde aparecería el cordero en La Gioconda es en el símbolo en su vientre: se ha dicho que la Gioconda estaba embarazada a la hora ser retratada.
©Juan Luis Díaz Díaz

sábado, 7 de junio de 2008